lunes, 11 de noviembre de 2013

Su retiro.

Después de la guerra.
  
 Tras ser herido en el rostro a Simo le tomó varios años recuperarse, ya que la bala expansiva había quebrado su mandíbula y extirpado su mejilla izquierda. Sin embargo tuvo una completa recuperación, después de la guerra se convirtió en un exitoso cazador de alces y criador de perros. Cuando se le preguntó en 1998 como se había convertido en tan buen tirador, el anciano francotirador respondió “Practica”, cuando se le inquirió si lamentaba haber matado a tantas personas él repuso: 

“Yo solo hice lo que me dijeron que hiciera lo mejor que pude”.

Simo a su avanzada edad.

Simo Häyhä pasó sus últimos años en una pequeña aldea llamada Ruokolahti, situada en el sudeste de Finlandia cerca de la frontera con Rusia. Falleció el 1 de abril de 2002.


Lápida del inigualable francotirador.




sábado, 9 de noviembre de 2013

El soldado inolvidable.


Orígenes humildes. 

Simo Häyhä nació el 17 de diciembre de 1905 en la región de Rautjärvi, ubicada entre la frontera de Finlandia y Rusia. Simo provenía de una humilde familia de granjeros, ande de cumplir los 20 años se alistó en el servicio militar en 1925. Durante su entrenamiento Häyhä demostró buena técnica en las prácticas de tiro. Una vez que terminó su tiempo de servicio, regresó a su tierra natal para dedicarse a la vida del campo. Agricultura, ganadería y caza fueron lo suyo hasta el invierno de 1939, periodo en el cual estalló la llamada Guerra de Invierno, la Unión Soviética atacó a Finlandia, tres meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial. 



(Simo Häyhä en el servicio militar)

Simo en el campo de batalla.

 Simo sin dudas fue un soldado excepcional. Empleaba tácticas propias que lo convertían en un hombre indetectable. Entre ellas podemos mencionar su camuflaje netamente blanco, así como colocar nieve en su boca para que el vaho de su respiración no lo delatase ante el enemigo. Otra táctica que empleaba era congelar nieve frente a él para que sus disparos no alcen la nieve, creando frente a él bloques de hielo. En temperaturas que oscilaban entre los -20° y -40°, él usaba técnicas de supervivencia algo precipitadas. También fue favorecido por su baja estatura, que le permitía pasar desapercibido (apenas medía 1,52). 

 Algo sorprendente es que él nunca usó miras telescópicas, pues él daba varias razones para no utilizarlas: La primera de ellas es que el francotirador debe alzar su cabeza para poder usar esas miras. Otro motivo por el cual no las usaba es que el reflejo del sol podía delatar su posición. Además porque las bajas temperaturas podían empañar el lente, o podía quebrarse fácilmente. Y también le parecía incómodo el hecho de que la mira telescópica aumentara el tamaño del blanco. Por eso él siempre usó las miras estándar de sus armas.

 Todas sus habilidades le permitieron eliminar a 705 enemigos soviéticos (aunque algunos estiman que fueron más). Por eso se ganó el apodo de "Muerte blanca" (en rusoБелая смерть, en finésValkoinen Kuolema).




 Simo contaba con 2 armas, una de ellas es el rifle M28 Pystykorva, una variante finesa del rifle ruso Mosin Nagant. Su otra arma era el subfusil Suomi KP-31 (que estuvo en servicio hasta el año 1998), que los soviéticos después lo tomarán y lo modificarán, creando los  PPD-40 y PPSh-41.



(Las 2 armas principales de las líneas de infantería finlandesa.)


Cuando la fama de Simo creció entre las filas del Ejército Rojo y se empezó a convertir en una figura que atormentaba y desmoralizaba a las tropas, le pusieron el apodo de “Belaya smert” (La muerte blanca). Montaron operaciones de ataque para acabar con este francotirador finlandés que sin ayuda de ningún otro hombre estaba repeliendo los continuos avances del Ejército Rojo. 

En primera instancia enviaron escuadrones para encontrar y matar a Häyhä, pero el pequeño finlandés los mató a todos. Después formaron un escuadrón de contra snipers, que básicamente es un grupo de francotiradores para matar a otros francotiradores, pero cuando fueron trás Häyhä, también murieron. Esto demostró la superioridad técnica de Simo Häyhä frente a enemigos de su mismo calibre. 

Los repetidos intentos soviéticos por liquidarlo estuvieron cerca de lograrlo durante un ataque de artillería cuyos fragmentos rasgaron la espalda de su abrigo blanco revelando su posición. Pero Simo resultó ileso después del ataque. 

Sin embargo el 6 de marzo de 1940 Häyhä recibió un disparo, una bala expansiva impactó en su barbilla durante un enfrentamiento de corto rango. Sus compañeros lo recogieron y decían que le faltaba la mitad de su cabeza. Simo Häyhä recuperó conciencia el 13 de marzo, el mismo día que se declaró la paz. A pesar de sus heridas Häyhä pudo todavía apuntar y eliminar a sus adversarios hasta caer inconsciente. 


El rostro de Simo después de la recuperación de su herida.



viernes, 8 de noviembre de 2013

El comienzo de la guerra.

El inicio de la guerra de invierno.

La guerra de invierno ( en finlandés "talvisota" y en ruso "Зимняя война" ) comenzó el 26 de Noviembre de 1939, cuando la artillería soviética disparó contra la villa rusa de Mainila, ubicada al noroeste de Leningrado. Las autoridades soviéticas usaron esto como pretexto para culpar a Finlandia, y así poder atacar al país escandinavo, de acuerdo con los archivos (documentos escritos) del líder soviético Andréi Zhdánov



4 días después del bombardeo de Mainila, el ejército soviético cruza la frontera finlandesa y tomó rumbo hacia la línea fortificada del mariscal Mannerheim, ubicada en el istmo de Carelia, justo en frente de la línea del ejército rojo. 

Mainila después del bombardeo.


El país escandinavo otorgó una gran resistencia y ganó la simpatía de muchos países europeos. El ejército rojo estaba muy mal organizado y desmoralizado por sucesos como las purgas de 1937. Inferiores en número y en armamento, los fineses agudizaron su ingenio y aprovecharon su familiaridad con el invierno ártico, lo que les permitió arrasar con 30.000 soldados rojos. El día 10 de diciembre fracasó en su primer ataque contra la línea Mannerheim y, entre el 19 y el 22, llevó a cabo un segundo intento con igual resultado. A 50 grados bajo cero, los finlandeses cobraron ánimos (después del bombardeo de Helsinki) , contraatacaron y, utilizando todos los medios y técnicas para moverse en la nieve, cayeron sobre los soviéticos, derrotándolos en Soumussalmi entre el 31 de diciembre y el 8 de enero. 


(Una muestra del ingenio finlandés durante la guerra fueron soldados sobre esquíes, que tenían una gran movilidad y un desplazamiento más rápido.)


Aquí dejo un video que representa el combate y el campo de batalla: 


 

(Nota: El video es un fragmento de la película "The winter war", y la canción del vídeo no tiene que ver con la película).


  Después del invierno, Suecia y Alemania presionaron a Finlandia para que negociara la paz. El 29 de enero, los finlandeses recibieron una carta de Moscú, donde se declaraba que el gobierno soviético no se oponía a firmar un tratado para concluir la guerra. Finlandia aceptó, pero las condiciones impuestas eran tan duras que las rechazaron, ya que en ese momento el Ejército Rojo sólo había penetrado unos pocos kilómetros en territorio finés. 
Cuando la noticia de Suomussalmi llegó al Kremlin, Stalin furioso había cambiado el mando de la guerra y nombrado a Semión Timoshenko como nuevo comandante. El 1 de febrero se reinició la ofensiva, esta vez con 600 000 soldados descansados o traídos de otros lugares. En esta ocasión, el apoyo de la artillería fue abrumador y exagerado, aunque logró el efecto deseado. Los cansados defensores finlandeses fueron sobrepasados, y a inicios de marzo la línea Mannerheim fue finalmente quebrada, dejando el campo libre a la ocupación soviética. Esto significó el fin de la guerra.



  Esta es una breve reseña de la guerra, sirve para contextualizarnos en la época. El blog se enfoca en un personaje emblemático en el campo de batalla. Ese personaje es Simo Häyhä, un francotirador finlandés que protagonizó grandes hazañas en la guerra. Él fue capaz de desmoralizar a un ejército entero, con su ingenio, sus tácticas y su inigualable puntería. Un soldado que marcó historia que será recordada por generaciones.